La ciudad erótica se determina por medio de una escala calórica que incrementa o disminuye a partir del concepto de lo SENSUAL a lo SEXUAL. Sus diferentes actores y escenarios interactúan con la intención de provocar un apetito erótico en el usuario que recorre esta ciudad.
Para empezar, aquellas personas que cotidianamente viven la BOGOTA EROTICA, son tentados por un ambiente levemente sensual que brinda la superficie al ser recorrida. Las mujeres, los hombres, la moda, la alegría, la noche y sus vitrinas son algunas de las entradas…
Entre tanto apetito, tantos deseos y tantas expectativas un trago nunca cae mal. Los bares, los restaurantes, los pubs, los lugares de encuentro, los lugares de trago, las discotecas y los lugares de rumba son tal vez el mejor vino para la cena de la noche.
Como plato fuerte, un sabor como lo brinda Cha Cha, Vinacure, Gotica. Lugares característicos por su ambiente cargado de adrenalina que despierta y deja con ganas de mucho más sabores y apetito para el paladar del resto de la noche.
Algo de ají brinda un toque especial y enérgico: rumbas gay, rumbas swinger y lugares de strippers, son los diferentes ingredientes que satisfacen los gustos de los clientes. El cuerpo y la sensualidad acompañan la cena.
Actores de prostitución y escenarios sexuales como prostíbulos, moteles, burdeles y residencias asemejan el toque dulce de la noche: un delicioso postre.
La noche termina y la cena supera todas las expectativas. Como digestivos, el Amaretto y su color oscuro convierten la caída de la noche en un misterio…
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